miércoles, 10 de mayo de 2017

TIPOS DE HILOS PARA PUNTO DE CRUZ

 Hola mi gente, aquí les dejo una información interesante de los diferentes hilos que hay para bordar a pundo de cruz. Espero que les sea de mucha utilidad.

 

¿Cómo son los Hilos para hacer Punto de Cruz?

Materiales para Hacer Punto de Cruz: Hilos



Los hilos para bordar punto de cruz, son tantos y tan variados, que casi se podría escribir un tratado acerca de ellos. Claro que, no se trata de ir dando el tostón con eso, si no de explicaros un poco cuáles son sus variedades y sus diferencias, para que a la hora de poneros a hacer una labor, saquéis el máximo provecho a los materiales y os quede un trabajo del que sentiros muy orgullosas. Aunque en realidad, el simple hecho de lanzarse a enhebrar una aguja para bordar un dibujo en una tela en blanco, ya es en sí mismo una proeza de la que sentirse orgullosa.

Una cosa que debéis saber, es que la cantidad de hilo a emplear y el color, normalmente vienen ya marcados por el esquema o patrón que hayáis escogido para bordar, aunque es evidente, que podéis cambiar esos colores por otras gamas si así lo queréis, pero creo que eso es algo que es mejor dejar para cuando se tiene cierta experiencia manejando las combinaciones de color, porque una mala elección de hilo, puede estropear una gran labor.

Existen muchas marcas como DMC, Anchor, Dalia, Madeira, Finca, Coats… todas ellas con amplias cartas de colores y acabados; todas son de buena calidad, pero quizá las más conocidas y utilizadas sean DMC con una carta de colores de 460 tonos en su variedad mouliné y Anchor.

Sabiendo esto, vayamos ya a los tipos…


Mouliné: 


Es con diferencia, el tipo de hilo más utilizado para realizar las labores de punto de cruz. Suele ser un hilo de algodón 100% presentado en una madeja de tipo alargada, que desenrollada, viene a hacer unos 8 metros de longitud, no varía mucho de una marca a otra. El hilo en sí, está formado por 6 hebras, aunque alguna marca incluye dos más.






Normalmente para bordar se suelen cortar trozos de unos 35 o 40 centímetros. De estos trozos, se separan dos o tres hebras, dependiendo de lo que venga indicado en el esquema que vayamos a bordar, eso es para hacer el dibujo general con las cruces. Sin embargo, cogeremos  una sola hebra para pespuntear el contorno. Aunque por regla general, para empezar con un esquema sencillo en una tela Aída de trama generosa, es mejor poner sólo dos cabos de 35 cm, y pespuntear con una hebra.

¿Por qué esta medida? Pues porque si se hacen con hebras más largas, se suele enredar el hilo, a veces, incluso puede perder un poco de textura y color o brillo, al pasar por la tela también excesivas veces.

Tras esto, debería aclarar que aunque haya varias marcas de hilo, y todas ellas buenas, si empiezas una labor con un tipo de hilo, de una marca determinada, lo mejor es continuarla con ese tipo de hilo y esa marca. Las mezclas, a menudo resultan con colores dispares, las equivalencias de los tonos no suelen ser las mismas de una marca o de un tipo a otro y con revolverlas, se puede desmejorar mucho la labor y el resultado final quedar insatisfactorio.


Hilos metalizados:  


Hay marcas, como la DMC, que también los producen en un tipo de bobina similar a la mouliné, con hebras de hasta 6 cabos. Esto es práctico porque se pueden separar para utilizarlos solos o bien mezclarlos con otros hilos de color y darle así a la labor otro acabado. Esto, se suele hacer mucho en trabajos festivos, como por ejemplo los manteles de Navidad y los adornos bordados para el árbol.






También se pueden utilizar en labores en las que se indican entrelazar abalorios o lentejuelas. A veces, no deseamos que nos quede tan ostentoso como indica el esquema o simplemente preferimos menos complicaciones a la hora de enmarcar un cuadro. En esos casos, los hilos metalizados se convierten en unos grandes aliados de las bordadoras, porque se pueden utilizar para sustituir limpiamente, los abalorios o lentejuelas.

Un “secreto” sobre estas labores que tienen hilos sustitutos, es que son mucho más fáciles de planchar, que las que llevan las piedrecitas o demás añadidos. Para mí son fabulosos estos hilos y los he utilizado en algunos trabajos para regalar y cuadros para decorar.

El problema de estos hilos, es su delicadeza. Son hilos que van sufriendo cierta degradación a medida que se van utilizando. Yo, personalmente, suelo utilizar hebras más cortas con ellos, prefiero empezar y rematar más veces, que no verme con los tramos deslucidos.  La mejor manera de trabajar con ellos, es dar las puntadas con suavidad, no tirar demasiado, y como os digo, utilizar hebras cortas.

Enhebrar una aguja con un hilo metalizado es bastante sencillo y tiene un truco muy útil para evitar que se escurra por el agujero. Cuando vayas a hacerlo, corta un tramo de unos 25 cm más o menos, coge una hebra, ponla doble y pásala a través del agujero de la aguja, por la parte doblada. Luego pasas la punta de la aguja entre el hilo doblado y tiras de la hebra, la cual quedará fijada al ojo de la aguja. ¿Sencillo no? E ingenioso, e ingenioso aunque el truco no es mío, sino de la abuelita…


El desperdicio de este hilo metalizado, os asustará a los bolsillos, porque suelen ser más caros que los hilos normales, algo lógico, pero el resultado de la labor es genial.



Hilo Matizado:  


Es también conocido como hilo de Variation, y se llama así precisamente porque va variando. Esto quiere decir que van cambiando de color a medida que se avanza la labor. Son ideales para abecedarios o dibujos con tonalidad. Con ellos debes tener la precaución de saber donde comienza la hebra, para poder seguir con la misma tonalidad (clara u oscura).





El color, o el tono de hilo, suele cambiar cada 5 cm más o menos, para ir creando esos matices de colores que le dan a la labor un acabado muy original. Con estos hilos, un dibujo simple y sencillo, o unas letras lisas, pueden llegar a convertirse en algo verdaderamente llamativo.

Igualmente, suelen ser de algodón 100%, pero el tipo de madeja en la que se nos presenta puede variar, ya sea del tipo mouliné, esa madeja alargada con varios cabos, o bien tipo perlé, que viene a ser una presentación igual a la que usan los hilos de crochet.





Normalmente, suelen utilizarse para bordar detalles de decoración del hogar, como cojines, cajas de madera, alguna tapicería; pero en realidad, pueden aplicarse a cualquier cosa. La imaginación es la que manda a la hora de aplicar el color a la labor.


Hilo Perlé: 


Estos hilos, pueden venir presentados en ovillo o en madejas alargadas, trenzadas. Su tacto es satinado y sedoso y su brillo suave. Este tipo de hilo, no debe separarse en cabos, normalmente se utiliza directamente, cortando pequeños trozos de unos 40 cm. 





Suelen aportar un poco de volumen, dando a las labores algo de relieve y están indicados para realizar cualquier tipo de bordado o incluso, ganchillo.

Hay que tener en cuenta, que cuanto mayor sea el número del ovillo, más delgado será el hilo; es decir, que podríamos decir que un nº 12 de hilo perlé, tendría una correspondencia de grosor bastante similar a la que aportarían dos cabos de hilo mouliné,  mientras que un nº 8, sería más grueso, como la de 4. Los números más bajos, son muy indicados para telas como por ejemplo el cañamazo, dando a las labores de medio punto un gran acabado.

Son hilos geniales para bordar también cosas sencillas sin demasiados matices distintos de color, aunque actualmente, existe ya una gama bastante amplia de colores. A mí personalmente el nº 12, me gusta mucho aplicarlos en los baberos o toallas infantiles.


Hilo de Efecto Fluorescente:  


Este es un sorprendente hilo de tipo mouliné que en principio sólo he visto de la casa DMC, no sé si alguna otra casa lo fabrica también, yo no lo he visto. Hay que decir que es también un poco delicado a la hora de bordar con él.

Los efectos fosforescentes, son impresionantes, sobretodo mezclando con otros hilos, dan mucha luz a la labor y también parecen aportarle algo de volumen.

No es un tipo de hilo que yo haya utilizado mucho, en realidad sólo lo he hecho en dos ocasiones, una de ellas para un pequeño detalle en la habitación infantil del hijo de una amiga. La verdad es que fue un trabajo un poquito complicado al principio, hasta cogerle bien el truquito, pero luego, el resultado fue francamente divertido y os aseguro, que realmente parecía iluminarse cuando todo quedaba oscuro. El niño estaba encantado…





Hilo Perfumado: 


Otro tipo de hilo sorprendente es este mouliné perfumado. Lo cierto es que no había oído hablar de él ni lo conocía, pero lo he encontrado buscando datos por internet para el blog. Por lo visto, lo fabrica en exclusiva la casa DMC, por lo que imagino debe de ser de calidad. Lo presentan como un hilo normal, para bordar de la misma manera que con el mouliné de algodón simple, pero con la salvedad de que éste está perfumado.






Los aromas en los que están disponibles son: Dulces, Flores y Frutas. El perfume dura hasta 20 lavados a una temperatura de 40º.

Supongo, que para labores que vayan a ir enmarcadas u ocultas, como por ejemplo cuadros, es una bobada utilizarlos, pero por ejemplo para toallas, guarda rollos, sábanas, saquitos para la ropa o cosas de este tipo, sí puede ser algo interesante.

Como os digo, no los conocía, así que no puedo contaros qué resultado dan porque obviamente no los he probado. Puede que me decida y un día compre unos cuantos y los pruebe, a ver si duran esos 20 lavados y si la labor queda igual de bonita que siempre.

Hilo de Satin: 


Este hilo es increíblemente suave, recuerda el tacto de la seda y su brillo es igual. Una labor bordada con este tipo de hilo, llega a despedir ciertos destellos con la luz, aunque es aconsejable utilizarlo combinado también con los otros hilos, sólo para dar ese toque luminoso especial.





La carta de colores del hilo de satín, es realmente corta, unos 36 colores, pero como digo, al ir mezclados con otros, sólo deben utilizarse para dar ese toque especial a la labor.
Este hilo, aunque es muy suave, no necesita un cuidado especial a la hora de lavarlo; sin embargo, es aconsejable tener cuidado con la tela sobre la que se utiliza, porque es bueno lavarla con un detergente suave y si  se mancha demasiado, no quedaría bien. Es un buen hilo muy aconsejable para prendas delicadas, incluso lencerías, sábanas de hilo finas, todas esas cosas que es mejor lavar con cierto cuidado.

De todas formas, este hilo puede soportar perfectamente una temperatura del agua de hasta 60º C. siempre que pertenezca a una buena marca. Yo de este hilo, conozco la casa DMC y es la que aconsejo.

Ya que estamos con el lavado de las prendas bordadas; os doy un consejillo. Lo mejor es lavarlas siempre todas con un detergente suave, para prendas delicadas o de bebé. Cuando están lavadas pero mojadas, es bueno envolverlas en trapos de algodón blanco, para que absorban y eliminen el exceso de agua. Cuando han dejado de gotear, se pueden tender con cuidado. Yo prefiero extenderlas sobre una superficie o sobre el tendedero. Cuando están secas, se pueden planchar, pero… ¡OJO! Siempre del revés.


Hilo de Lana: 


Con este tipo de hilo, tipo crochet también, suele bordarse el medio punto en cañamazo grande, pueden hacerse alfombras y tapices, todo tipo de trabajos grandes. Los colores son muchísimos y la variedad de texturas también. La tela de yute, queda especialmente bien, cuando se plasma en ella un diseño con este tipo de hilo o lana, dando ese aspecto rústico, que tan bien le sienta al saco.





Hay muchas formas y marcas de lana para trabajar y las agujas que se deben utilizar son especiales, con un gran agujero para poder enhebrar correctamente. Cada lana o cada marca, suele llevar en la etiqueta, las instrucciones para su cuidado, por lo que no debe representar mayor problema su mantenimiento.


NOTA: Estoy pensando, que sería interesante hacer algún día una buena entrada explicando también los tipos distintos de agujas que existen, que aunque pueda pareceros tonto, la verdad es que son muchísimos y ciertamente, no todas las agujas sirven para lo mismo. Ya os conté en la introducción, que las agujas para bordar a punto de cruz son unas de punta roma (sin punta o de punta redonda, como queráis llamarlas) que no estropean los tejidos en los que se bordan, sobre todo cuando se trata de esos tejidos delicados y entramados que se utilizan para hacer punto de cruz. Sin embargo, para otro tipo de trabajos, no es aconsejable utilizar este tipo de agujas, del mismo modo, que un tapicero que trabaja cuero, no haría su trabajo con agujas de modista. ¿Lógico, no?

Pensaré entonces en lo de las agujas y probablemente se incluya más adelante en el curso completo de punto de cruz, mientras, con dejo una pequeña muestra.





Hasta aquí los tipos de hilo que conozco y alguno que no sabía que existía, y es que se aprende siempre algo nuevo, sobretodo cuando se preparan pequeños cursos y explicaciones para los demás, es estimulante aprender cada día algo, me encanta.



Un saludo a tod@s

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